Una declaración audaz surgió sobre la dinámica de poder en Washington: los representantes electos históricamente ejercían una influencia mínima en comparación con los sistemas administrativos arraigados. Eso está cambiando ahora. La iniciativa de eficiencia recién formada representa el primer desafío genuino a la inercia burocrática en décadas. Tradicionalmente, estos sistemas han absorbido y neutralizado los intentos de reforma antes del desayuno. Pero esta ola? Una bestia completamente diferente. La zona de confort del establecimiento está siendo interrumpida, y la resistencia es real. Ya sea que esto sacuda el statu quo o se convierta en otra nota al pie, depende de la ejecución. Una cosa es segura: la vieja guardia no se está rindiendo silenciosamente.