GameStop de 4:1 finalmente llegó, después de esperar desde marzo de este año, los "ape" están emocionadísimos. Después del split, las acciones que valían 135 dólares ahora valen 33.75 dólares, 10 acciones se convierten en 40.
Pero aquí hay un problema: los bajistas no están nada preocupados. Aunque el split se presenta como una "forma de dividendo", en realidad es solo un truco contable que no causa ninguna presión especial a los bajistas. Tienen que recomprar 4 veces más acciones, pero el precio también se ha reducido a la cuarta parte, lo que se compensa mutuamente. Aquellos minoristas que esperaban una "gran presión bajista" (MOASS), esta vez también se llevarán una decepción.
Después del anuncio del split, GME subió un 15%, pero rápidamente volvió a caer debido a despidos y la salida del CFO. En pocas palabras, ninguna operación de capital llamativa puede ocultar los problemas fundamentales. Aquellas voces que claman que "el juego está manipulado" sonaron fuerte, pero en lugar de esperar el próximo "momento milagroso", sería mejor mirar con atención la situación real de la empresa ahora.
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GameStop de 4:1 finalmente llegó, después de esperar desde marzo de este año, los "ape" están emocionadísimos. Después del split, las acciones que valían 135 dólares ahora valen 33.75 dólares, 10 acciones se convierten en 40.
Pero aquí hay un problema: los bajistas no están nada preocupados. Aunque el split se presenta como una "forma de dividendo", en realidad es solo un truco contable que no causa ninguna presión especial a los bajistas. Tienen que recomprar 4 veces más acciones, pero el precio también se ha reducido a la cuarta parte, lo que se compensa mutuamente. Aquellos minoristas que esperaban una "gran presión bajista" (MOASS), esta vez también se llevarán una decepción.
Después del anuncio del split, GME subió un 15%, pero rápidamente volvió a caer debido a despidos y la salida del CFO. En pocas palabras, ninguna operación de capital llamativa puede ocultar los problemas fundamentales. Aquellas voces que claman que "el juego está manipulado" sonaron fuerte, pero en lugar de esperar el próximo "momento milagroso", sería mejor mirar con atención la situación real de la empresa ahora.