La empresa matriz de Google, Alphabet, acaba de lanzar algo que llamó la atención de todos: su procesador cuántico personalizado “Willow” logró una ventaja cuántica verificable utilizando el algoritmo Echoes. ¿Traducción? La IA realizó cálculos complejos y obtuvo resultados repetibles y concluyentes — eso es un gran logro en la computación cuántica.
Pero aquí está lo que realmente movió la aguja: Elon Musk intervino en X, confirmando que la computación cuántica realmente avanza hacia la relevancia comercial. Y viniendo de alguien que maneja Tesla, SpaceX, Neuralink y xAI, eso no es una charla casual.
Por qué la IA cuántica de repente está en todas partes
Las computadoras cuánticas no funcionan como tu portátil. En lugar de procesar unos y ceros de forma secuencial, usan qubits que existen en múltiples estados simultáneamente (superposición). Esto significa que pueden modelar un montón de resultados a la vez — piensa en modelado de riesgos financieros, predicción del clima, investigación de medicamentos a lo bestia.
McKinsey estima que las aplicaciones cuánticas podrían desbloquear billones en valor económico en las próximas décadas. Grandes actores como JPMorgan, Honeywell y Amgen ya han comenzado a apostar.
El mercado de valores está en modo cuántico
Las apuestas especulativas en cuántica como IonQ, Rigetti y D-Wave han subido mucho, pero aquí va la realidad: son apuestas de altísimo riesgo con ingresos mínimos y tasas de quema insostenibles. Muchos muestran ventas por parte de insiders y emisiones dilutivas de acciones para mantenerse a flote.
Mientras tanto, gigantes tecnológicos diversificados (Microsoft, Amazon, IBM, Alphabet) están construyendo discretamente capacidades cuánticas mientras sus negocios principales de IA generan dinero. Ellos pueden absorber I+D cuántico. Los que solo se dedican a esto, no.
En resumen: la validación de Musk indica que el momento cuántico es real, pero separar la señal del hype es crucial.
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El avance cuántico de Google acaba de obtener la aprobación de Elon Musk — Aquí te explicamos por qué importa
La empresa matriz de Google, Alphabet, acaba de lanzar algo que llamó la atención de todos: su procesador cuántico personalizado “Willow” logró una ventaja cuántica verificable utilizando el algoritmo Echoes. ¿Traducción? La IA realizó cálculos complejos y obtuvo resultados repetibles y concluyentes — eso es un gran logro en la computación cuántica.
Pero aquí está lo que realmente movió la aguja: Elon Musk intervino en X, confirmando que la computación cuántica realmente avanza hacia la relevancia comercial. Y viniendo de alguien que maneja Tesla, SpaceX, Neuralink y xAI, eso no es una charla casual.
Por qué la IA cuántica de repente está en todas partes
Las computadoras cuánticas no funcionan como tu portátil. En lugar de procesar unos y ceros de forma secuencial, usan qubits que existen en múltiples estados simultáneamente (superposición). Esto significa que pueden modelar un montón de resultados a la vez — piensa en modelado de riesgos financieros, predicción del clima, investigación de medicamentos a lo bestia.
McKinsey estima que las aplicaciones cuánticas podrían desbloquear billones en valor económico en las próximas décadas. Grandes actores como JPMorgan, Honeywell y Amgen ya han comenzado a apostar.
El mercado de valores está en modo cuántico
Las apuestas especulativas en cuántica como IonQ, Rigetti y D-Wave han subido mucho, pero aquí va la realidad: son apuestas de altísimo riesgo con ingresos mínimos y tasas de quema insostenibles. Muchos muestran ventas por parte de insiders y emisiones dilutivas de acciones para mantenerse a flote.
Mientras tanto, gigantes tecnológicos diversificados (Microsoft, Amazon, IBM, Alphabet) están construyendo discretamente capacidades cuánticas mientras sus negocios principales de IA generan dinero. Ellos pueden absorber I+D cuántico. Los que solo se dedican a esto, no.
En resumen: la validación de Musk indica que el momento cuántico es real, pero separar la señal del hype es crucial.