Hace diez años, entré en este mundo con 200,000 dólares en mano, en ese entonces, como muchas personas ahora, mis ojos solo veían billetes.
En el auge del mercado en 2015, en su momento más loco, me atrevía a meter cualquier moneda. Los números en mi cuenta subían rápidamente, alcanzando un máximo de 150,000 dólares. Todos los días miraba mi teléfono con una sonrisa tonta, creyendo que era el próximo legendario. ¿Y luego? En 2018, aprendí una lección: esas altcoins que tenía se desplomaron de manera brutal, perdiendo un 30% en un día, y en una semana se redujeron a la mitad. Me desperté y solo quedaban 10,000 dólares en mi cuenta.
Durante esos dos años, prácticamente no operaba en el mercado, solo estudiaba diferentes proyectos. Logré recuperar algo de capital con pequeñas operaciones, pero mi verdadera recuperación fue en 2020. Cuando llegó la ola de DeFi, compré en varias fases algunas monedas de exchanges descentralizados con 10,000 dólares, y cuando alcanzaron los 1,000,000 de dólares, retiré todo de inmediato. Esta vez aprendí la lección: el mercado nunca te mima, la avaricia solo te devuelve a un mercado bajista.
En 2021, los NFT estaban enloqueciendo. Comencé con una posición del 20% para probar esos proyectos de avatares de monos, gané un poco y salí. Luego, me fijé en Axie Infinity, un juego en cadena, estudié su modelo económico y aposté todo. En tres meses, mi cuenta subió a 5 millones de dólares. Desde 2022, me he dedicado a invertir de manera constante en Bitcoin y Ethereum, haciendo operaciones ocasionales, y ahora tengo una posición estable en torno a los 20 millones de dólares.
¿La mayor lección que he aprendido en todo este camino? El mercado siempre es más cruel de lo que imaginas, pero también más generoso. Enseñará duramente a quienes sean cabezotas, pero nunca desprecia a quienes estudian bien y saben cuándo entrar y salir.
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SerumSurfer
· hace15h
perseguir el precio no es tan bueno como perseguir la soledad
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JustHereForMemes
· hace16h
Líder estable, los demás fuera.
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ImaginaryWhale
· hace16h
Consultar más información, actuar con menos impulsividad
Hace diez años, entré en este mundo con 200,000 dólares en mano, en ese entonces, como muchas personas ahora, mis ojos solo veían billetes.
En el auge del mercado en 2015, en su momento más loco, me atrevía a meter cualquier moneda. Los números en mi cuenta subían rápidamente, alcanzando un máximo de 150,000 dólares. Todos los días miraba mi teléfono con una sonrisa tonta, creyendo que era el próximo legendario. ¿Y luego? En 2018, aprendí una lección: esas altcoins que tenía se desplomaron de manera brutal, perdiendo un 30% en un día, y en una semana se redujeron a la mitad. Me desperté y solo quedaban 10,000 dólares en mi cuenta.
Durante esos dos años, prácticamente no operaba en el mercado, solo estudiaba diferentes proyectos. Logré recuperar algo de capital con pequeñas operaciones, pero mi verdadera recuperación fue en 2020. Cuando llegó la ola de DeFi, compré en varias fases algunas monedas de exchanges descentralizados con 10,000 dólares, y cuando alcanzaron los 1,000,000 de dólares, retiré todo de inmediato. Esta vez aprendí la lección: el mercado nunca te mima, la avaricia solo te devuelve a un mercado bajista.
En 2021, los NFT estaban enloqueciendo. Comencé con una posición del 20% para probar esos proyectos de avatares de monos, gané un poco y salí. Luego, me fijé en Axie Infinity, un juego en cadena, estudié su modelo económico y aposté todo. En tres meses, mi cuenta subió a 5 millones de dólares. Desde 2022, me he dedicado a invertir de manera constante en Bitcoin y Ethereum, haciendo operaciones ocasionales, y ahora tengo una posición estable en torno a los 20 millones de dólares.
¿La mayor lección que he aprendido en todo este camino? El mercado siempre es más cruel de lo que imaginas, pero también más generoso. Enseñará duramente a quienes sean cabezotas, pero nunca desprecia a quienes estudian bien y saben cuándo entrar y salir.