La Secretaria del Tesoro, Bessent, acaba de hacer una predicción interesante: las stablecoins podrían crecer desde su capitalización de mercado actual de $300 mil millones hasta más de $3 billones para 2030. Eso representa un aumento de 10 veces en aproximadamente cinco años.

Piénsalo—$300B ya es enorme, pero escalar a $3T significaría que las stablecoins se conviertan en un actor serio en las finanzas globales. Estamos hablando de una posible integración en redes de pago, liquidaciones transfronterizas, quizás incluso gestión de tesorería institucional a gran escala.

Por supuesto, esto asume que los marcos regulatorios realmente apoyen ese crecimiento en lugar de ahogarlo. La posición de Bessent da peso a esta predicción, pero la brecha entre $300B y $3T no solo se trata de adopción—es cuestión de infraestructura, cumplimiento y de si las finanzas tradicionales realmente harán espacio para instrumentos nativos de criptomonedas.

Vale la pena seguir cómo se desarrolla esto. Los próximos años podrían validar esta proyección o demostrar que es demasiado optimista.