Drax Group acaba de alcanzar un pico de tres años, y la historia es bastante sencilla: los actores de servicios públicos del Reino Unido se están posicionando para aprovechar la ola de centros de datos. A medida que la demanda de infraestructura de IA y criptomonedas sigue en aumento, los proveedores de energía tradicionales están apareciendo repentinamente como caballos oscuros en esta carrera de infraestructura. El mercado está apostando a que estos serán los que alimenten la próxima generación de instalaciones de computación, y los inversores claramente están comprando esa narrativa.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Drax Group acaba de alcanzar un pico de tres años, y la historia es bastante sencilla: los actores de servicios públicos del Reino Unido se están posicionando para aprovechar la ola de centros de datos. A medida que la demanda de infraestructura de IA y criptomonedas sigue en aumento, los proveedores de energía tradicionales están apareciendo repentinamente como caballos oscuros en esta carrera de infraestructura. El mercado está apostando a que estos serán los que alimenten la próxima generación de instalaciones de computación, y los inversores claramente están comprando esa narrativa.