Un importante partido político, según se informa, está cambiando su estrategia energética tras intensas discusiones internas. Se dice que están retrocediendo en sus compromisos de emisiones netas cero, esforzándose por mantener las plantas de carbón en funcionamiento más largo, y abriendo la puerta a opciones nucleares. Este tipo de cambio de política podría repercutir en los mercados de créditos de carbono y cambiar el apetito institucional por inversiones vinculadas a ESG. Las narrativas de la transición energética se han vuelto mucho más complicadas.
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Un importante partido político, según se informa, está cambiando su estrategia energética tras intensas discusiones internas. Se dice que están retrocediendo en sus compromisos de emisiones netas cero, esforzándose por mantener las plantas de carbón en funcionamiento más largo, y abriendo la puerta a opciones nucleares. Este tipo de cambio de política podría repercutir en los mercados de créditos de carbono y cambiar el apetito institucional por inversiones vinculadas a ESG. Las narrativas de la transición energética se han vuelto mucho más complicadas.