Diez años después, y aquí está la parte salvaje: los mercados no se están volviendo más inteligentes. Se están volviendo más tontos.
Esa es la opinión de un legendario inversor cuantitativo que ha observado este circo desarrollarse durante décadas. ¿Su argumento? La eficiencia del mercado está colapsando. Lo que solía ser precios racionales se ha transformado en algo casi absurdo.
Piénsalo. Hace una década, las equivocaciones de precios se corregían rápido. La información fluía, el arbitraje funcionaba, los precios reflejaban la realidad. ¿Ahora? Las acciones meme suben por tuits. Los fundamentos pasan a un segundo plano frente a la narrativa. Los ejércitos minoristas mueven miles de millones solo por hype.
La ineficiencia ya no es un error, es una característica. Algunos la llaman democratización. Otros ven el caos disfrazado de innovación. De cualquier manera, la brecha entre el precio y el valor sigue ampliándose, y la absurdidad sigue acumulándose.
Los mercados siempre han tenido sus momentos ridículos. Pero cuando un allocator veterano dice que está empeorando, no mejorando, tal vez sea hora de prestar atención. Porque en un mundo donde menos eficiencia significa más oportunidad—o más riesgo—saber de qué lado estás importa más que nunca.
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DegenDreamer
· hace13h
El mercado está colapsando.
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MidnightMEVeater
· hace13h
Depositar esperanzas en un mercado ineficaz
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StopLossMaster
· hace13h
Los datos de mercado de los inversores minoristas son difíciles de controlar
Diez años después, y aquí está la parte salvaje: los mercados no se están volviendo más inteligentes. Se están volviendo más tontos.
Esa es la opinión de un legendario inversor cuantitativo que ha observado este circo desarrollarse durante décadas. ¿Su argumento? La eficiencia del mercado está colapsando. Lo que solía ser precios racionales se ha transformado en algo casi absurdo.
Piénsalo. Hace una década, las equivocaciones de precios se corregían rápido. La información fluía, el arbitraje funcionaba, los precios reflejaban la realidad. ¿Ahora? Las acciones meme suben por tuits. Los fundamentos pasan a un segundo plano frente a la narrativa. Los ejércitos minoristas mueven miles de millones solo por hype.
La ineficiencia ya no es un error, es una característica. Algunos la llaman democratización. Otros ven el caos disfrazado de innovación. De cualquier manera, la brecha entre el precio y el valor sigue ampliándose, y la absurdidad sigue acumulándose.
Los mercados siempre han tenido sus momentos ridículos. Pero cuando un allocator veterano dice que está empeorando, no mejorando, tal vez sea hora de prestar atención. Porque en un mundo donde menos eficiencia significa más oportunidad—o más riesgo—saber de qué lado estás importa más que nunca.