Algo se está cociendo en el mundo del transporte. El Índice de Envíos Cass acaba de caer a cifras que no hemos visto desde el colapso de 2008-2009. Sí, esa crisis financiera.

¿Por qué importa esto? Los volúmenes de carga son básicamente el pulso de la economía. Cuando los envíos caen así, grita que la demanda se está secando. Las empresas no están moviendo mercancías. Los consumidores no están comprando. Los engranajes están funcionando más lentamente.

Para cualquiera que esté observando señales macroeconómicas—ya sea en mercados tradicionales o activos digitales—esto no es ruido. Es una luz amarilla parpadeante. Tal vez incluso roja. El tipo de punto de datos que te hace revisar tus posiciones y preguntar: ¿estamos dirigiéndonos hacia aguas más turbulentas?