El miércoles, las acciones de EE. UU. experimentaron un rebote técnico, las acciones tecnológicas recuperaron pérdidas y los tres índices cerraron apenas en positivo: el Dow Jones subió un 0.10%, el S&P 500 subió un 0.38% y el Nasdaq subió un 0.59%. Sin embargo, el impulso de este rebote es claramente insuficiente, ya que un variable clave tuvo un contratiempo.

La Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. anunció repentinamente que los datos no agrícolas de octubre no se publicaron debido al cierre del gobierno, y ahora se publicarán junto con los datos de noviembre, lo que retrasará la fecha más de una semana, quedando directamente después de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal en diciembre. Ahora bien, ¿cómo va a referirse la Reserva Federal a los datos no agrícolas para decidir si baja las tasas de interés? No hay forma.

Más problemático es que el acta de la reunión de octubre publicada por la Reserva Federal el miércoles muestra que las diferencias internas sobre una posible reducción de tasas en diciembre están aumentando. Hace un mes, el mercado apostaba por un 90% de probabilidad de una reducción de 25 puntos básicos, ahora esa cifra ha caído al 33%. Sin datos y con diferencias, los inversores naturalmente no se atreverán a apostar todo.

NVIDIA sorprendió un poco en el after-hours. El informe financiero del tercer trimestre fue explosivo: ingresos trimestrales de 57,01 mil millones de dólares, un aumento interanual del 62%, alcanzando un nuevo récord histórico; ganancias por acción de 1,30 dólares, un aumento del 67% interanual, superando ampliamente las expectativas de Wall Street. Lo más impactante es la guía para el cuarto trimestre: ingresos que apuntan a 65 mil millones de dólares con una fluctuación del 2% hacia arriba o abajo. Con esta noticia, el precio de las acciones se disparó más del 5% en el after-hours.

Parece que si las acciones tecnológicas pueden resistir esta ola, dependerá de si el viejo Huang y los chips de IA pueden seguir llevando la bandera.