Últimamente, al escuchar las declaraciones de varios funcionarios de la Reserva Federal, hay una sensación muy sutil: si bajan las tasas o no, ya no se trata solo de un tema económico, sino de que temen que un pequeño error pueda asustar al mercado.
Lisa Cook fue muy clara esta vez: el crédito privado crece demasiado rápido, los fondos de cobertura juegan demasiado fuerte en el mercado de bonos del Estado, y la IA está brincando en las operaciones; todo esto hace que el sistema financiero sea más frágil de lo que se pensaba.
Incluso insinúa que no le sorprendería si los precios de los activos colapsaran de repente.
¿No suena esto aterrador? En realidad, es un recordatorio al mercado: no tomes los riesgos como si fueran aire.
Harker fue aún más directo, manteniéndose en contra de bajar las tasas. La razón es muy simple: la inflación no está controlada, las condiciones financieras son demasiado laxas, y no piensen en algo tan fácil.
Ahora, si bajan las tasas, la Fed teme convertirse en la que respalda al mercado, y eso puede acelerar la acumulación de riesgos.
Bostic también dijo que hay que ser cauteloso (esa es la palabra que más repiten en la Fed). Y Goolsbee está muy preocupado por una posible bajada en diciembre, con una frase clave: la inflación no parece estar yendo en una buena dirección. En otras palabras, pensábamos que estábamos cerca de la meta, pero de repente vemos que la pista se alarga otra vez.
En resumen, la actitud de estos funcionarios de la Fed ya es muy clara: en realidad, no tienen miedo de bajar las tasas, sino de hacerlo a la ligera.
¿Y por qué? Porque ahora los precios de diversos activos en el mercado están demasiado altos, tan altos que incluso la propia Fed se siente insegura. ¿Y si relajan las tasas, podría eso encender otra ronda de locura en el mercado? ¿Quién se responsabilizará cuando la burbuja explote y cause daños?
Por eso se puede percibir una lógica muy sutil: el mercado quiere bajar, la Fed teme que baje, el mercado teme que caiga, la Fed teme que no caiga.
Esa es la verdadera partida de ajedrez. Cada uno teme que el otro pierda el control, y todos quieren mantener la ilusión de que todo está en calma.
Pero la realidad es que los precios de los activos ya están en la cima, y con un pequeño cambio en el viento, podrían comenzar a deslizarse. Lo que la Fed está haciendo ahora es tratar de que la caída sea más lenta y estable, sin pisar mal.
Al fin y al cabo, esta vez no se trata de si la economía está bien o mal, sino de si la Fed se atreve a hacer que el mercado se calme un poco.
Por lo que se puede ver en su postura actual, cada vez tienen menos ganas de mover las tasas de forma descontrolada. Y esto también significa que la volatilidad en los mercados globales que viene será mayor de lo que imaginas, no menor.
#美联储 # Bajada de tasas
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Últimamente, al escuchar las declaraciones de varios funcionarios de la Reserva Federal, hay una sensación muy sutil: si bajan las tasas o no, ya no se trata solo de un tema económico, sino de que temen que un pequeño error pueda asustar al mercado.
Lisa Cook fue muy clara esta vez: el crédito privado crece demasiado rápido, los fondos de cobertura juegan demasiado fuerte en el mercado de bonos del Estado, y la IA está brincando en las operaciones; todo esto hace que el sistema financiero sea más frágil de lo que se pensaba.
Incluso insinúa que no le sorprendería si los precios de los activos colapsaran de repente.
¿No suena esto aterrador? En realidad, es un recordatorio al mercado: no tomes los riesgos como si fueran aire.
Harker fue aún más directo, manteniéndose en contra de bajar las tasas.
La razón es muy simple: la inflación no está controlada, las condiciones financieras son demasiado laxas, y no piensen en algo tan fácil.
Ahora, si bajan las tasas, la Fed teme convertirse en la que respalda al mercado, y eso puede acelerar la acumulación de riesgos.
Bostic también dijo que hay que ser cauteloso (esa es la palabra que más repiten en la Fed).
Y Goolsbee está muy preocupado por una posible bajada en diciembre, con una frase clave: la inflación no parece estar yendo en una buena dirección.
En otras palabras, pensábamos que estábamos cerca de la meta, pero de repente vemos que la pista se alarga otra vez.
En resumen, la actitud de estos funcionarios de la Fed ya es muy clara: en realidad, no tienen miedo de bajar las tasas, sino de hacerlo a la ligera.
¿Y por qué?
Porque ahora los precios de diversos activos en el mercado están demasiado altos, tan altos que incluso la propia Fed se siente insegura.
¿Y si relajan las tasas, podría eso encender otra ronda de locura en el mercado?
¿Quién se responsabilizará cuando la burbuja explote y cause daños?
Por eso se puede percibir una lógica muy sutil: el mercado quiere bajar, la Fed teme que baje, el mercado teme que caiga, la Fed teme que no caiga.
Esa es la verdadera partida de ajedrez.
Cada uno teme que el otro pierda el control, y todos quieren mantener la ilusión de que todo está en calma.
Pero la realidad es que los precios de los activos ya están en la cima, y con un pequeño cambio en el viento, podrían comenzar a deslizarse.
Lo que la Fed está haciendo ahora es tratar de que la caída sea más lenta y estable, sin pisar mal.
Al fin y al cabo, esta vez no se trata de si la economía está bien o mal, sino de si la Fed se atreve a hacer que el mercado se calme un poco.
Por lo que se puede ver en su postura actual, cada vez tienen menos ganas de mover las tasas de forma descontrolada.
Y esto también significa que la volatilidad en los mercados globales que viene será mayor de lo que imaginas, no menor.
#美联储 # Bajada de tasas