La pregunta del billón: ¿Quién llegará primero, Musk o Ethereum?

Los accionistas de Tesla acaban de aprobar el paquete de compensación de Elon Musk, y las cifras son de locura. Si la empresa alcanza una capitalización de mercado de 8,5 billones de dólares y los robots Optimus realmente se distribuyen a gran escala, la fortuna de Musk podría superar el billón ($1 trillion) en 2035.

Pero aquí está el giro: Ethereum va por el mismo camino.

El juego de los números

Actualmente, la riqueza de Musk ya supera la capitalización de mercado de cualquier altcoin salvo Bitcoin. Ethereum ronda los 400.000 millones de dólares, aproximadamente $100B menos que la fortuna actual de Musk. Pero los escenarios cambian según las curvas de adopción:

Escenario conservador (Tesla alcanza $3T en 2035): Musk ~1,1 billones. ¿ETH a 5.000 $? Solo 625.000 millones.

Escenario base (Tesla 5 billones, Optimus en fábricas, energía en expansión): Musk supera fácilmente el billón. ETH en $10k alcanza ~1,2-1,25 billones—casi igualándolo.

Escenario optimista (Tesla 8,5 billones, robotaxi generalizado, humanoides producidos en masa): Musk se vuelve multibillonario. Solo SpaceX podría alcanzar una valoración de 2,5 billones. ETH necesitaría $20k para competir en 2,4 billones.

La verdadera diferencia

El camino de Musk depende de la aprobación regulatoria (permisos de robotaxi del DMV de California, supervisión de la NHTSA) y de apuestas tecnológicas binarias (conducción autónoma total, robots humanoides). ¿Un veto de los reguladores? Todo el plan de compensación se reinicia.

El camino de Ethereum es adopción + efectos de red. Cuanto mayor uso, mayor precio. Es otro juego.

Por qué esto importa más allá de los titulares

Una sola persona con $1T igualaría la riqueza de aproximadamente 100-130 millones de adultos medios. Para ponerlo en contexto: hay 3.028 multimillonarios en el mundo en una población de 8,23 mil millones—piensa cómo se curva eso en la cima.

La cuestión cultural no es solo “quién gana”, sino qué reforzamos. Satoshi diseñó Bitcoin para distribuir la riqueza lejos de actores centralizados. El camino de Musk es el opuesto: máximo apalancamiento a través de la tecnología y el acceso a la política.

Ambos son legales. Ambos son resultados de las reglas actuales. El sistema que elegimos celebrar importa.