Hay una fascinante tensión que se está desarrollando en la Corte Suprema en este momento. Las discográficas quieren acciones contundentes contra la piratería, comprensible, dado cuánto ingreso han perdido. Pero aquí está el problema: también están aterrorizadas de barrer accidentalmente a usuarios regulares de internet que no están haciendo nada malo.
Es un caso clásico de intentar tenerlo todo. Si se aplica la ley con demasiada severidad, se corre el riesgo de convertir a los oyentes casuales en criminales. Si se aplica con demasiada suavidad, el problema de la piratería nunca se resuelve. Los jueces tienen que encontrar ese punto óptimo donde la protección de derechos de autor legítima no se convierta en un arma contra las personas comunes que solo están transmitiendo sus pistas favoritas.
Lo que decidan podría redefinir cómo se regula el contenido digital en todos los ámbitos. No solo la música, piensa en toda la obra creativa que circula en línea.
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BearMarketNoodler
· hace14h
Las reglas de derechos de autor son demasiado confusas.
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SillyWhale
· hace15h
¿Robar música también es un delito?
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MoneyBurnerSociety
· hace15h
La ley es demasiado difícil de medir.
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faded_wojak.eth
· hace15h
Las reglas demasiado estrictas pueden causar un rebote.
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bridge_anxiety
· hace15h
Es un dilema difícil de elegir.
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VitalikFanAccount
· hace15h
El copyright es difícil de controlar en las fronteras.
Hay una fascinante tensión que se está desarrollando en la Corte Suprema en este momento. Las discográficas quieren acciones contundentes contra la piratería, comprensible, dado cuánto ingreso han perdido. Pero aquí está el problema: también están aterrorizadas de barrer accidentalmente a usuarios regulares de internet que no están haciendo nada malo.
Es un caso clásico de intentar tenerlo todo. Si se aplica la ley con demasiada severidad, se corre el riesgo de convertir a los oyentes casuales en criminales. Si se aplica con demasiada suavidad, el problema de la piratería nunca se resuelve. Los jueces tienen que encontrar ese punto óptimo donde la protección de derechos de autor legítima no se convierta en un arma contra las personas comunes que solo están transmitiendo sus pistas favoritas.
Lo que decidan podría redefinir cómo se regula el contenido digital en todos los ámbitos. No solo la música, piensa en toda la obra creativa que circula en línea.