Recientemente he leído un informe de investigación de Bank of America, y en él se percibe una señal bastante interesante: el Banco de Japón podría tomar medidas a mediados de diciembre.

¿En concreto? Sus economistas predicen que en la reunión de política monetaria del 18-19 de diciembre, los tipos podrían subir directamente del 0,5% al 0,75%. Puede parecer poco, ¿verdad? Pero el problema es que esto podría ser solo el principio. A este ritmo, quizá después suban cada seis meses, y entre 2026 y 2027 haya otras tres subidas más.

¿Por qué este endurecimiento repentino? El informe menciona varios puntos: los beneficios empresariales están mejorando, los salarios realmente están subiendo, y el yen lleva un tiempo bastante débil... Todos estos factores juntos realmente les dan motivos para subir los tipos.

¿Pero esto en qué nos afecta? Hay que pensar que Japón ha sido durante años uno de los grandes “piscinas” de liquidez barata a nivel global. Si ahora van a cerrar el grifo, ¿no podría ser que los fondos acostumbrados al apalancamiento barato empiecen a retirarse? ¿Y los activos de alto riesgo —incluyendo el sector cripto— podrían sufrir volatilidad?

Por supuesto, también existe otra posibilidad. Cuando la liquidez se reduce, puede que parte del dinero se vea obligado a buscar nuevos espacios de crecimiento. En la historia, en estos momentos de inflexión, las oportunidades y los riesgos siempre han ido de la mano.

¿Vosotros creéis que este movimiento va a suponer un gran impacto para el mercado? ¿Será un dolor puntual o cambiará alguna lógica a largo plazo?