Ahora mismo, el mayor cisne negro del mercado no es la Reserva Federal, sino Japón.
Hoy voy a explicar en detalle por qué Japón se ha convertido de repente en este cisne negro.
Esta vez intentaré evitar términos demasiado técnicos y explicar el principio subyacente desde una perspectiva sencilla.
========================================================= Capítulo 1: "Los 30 años perdidos de Japón"
Durante los últimos 30 años, la economía japonesa ha sido como un anciano enfermo, afectado por la "deflación". Los productos en el supermercado bajaban de precio cada día; pensabas que mañana serían aún más baratos, así que decidías "esperar un poco más". Todo el mundo pensaba igual, el resultado era que nadie consumía, las fábricas no ganaban dinero y solo podían bajar sueldos o despedir empleados. Así, la gente tenía aún menos dinero para gastar y se iniciaba un círculo vicioso. Entonces el Banco de Japón decidió tomar medidas extremas: para obligar a la gente a gastar, bajó los tipos de interés al 0% e incluso introdujo tasas negativas. Es decir, dejar el dinero en el banco no solo no generaba intereses, sino que incluso había que pagar comisiones.
Ya que pedir dinero prestado en Japón apenas costaba intereses, los listos del mundo (fondos de cobertura, magnates de Wall Street, el mismísimo Buffett) idearon una jugada maestra: el "carry trade con yenes". Pedían yenes prestados en Japón, los cambiaban por dólares y compraban bonos del Tesoro de EE. UU. (con intereses del 5%) o invertían en bitcoin, bolsa americana, etc. Durante décadas, Japón ha funcionado como un "cajero automático gratuito", prestando dinero sin parar al mundo para especular en bolsa y criptomonedas.
Capítulo 2: "El gran cambio, el despertar de Japón"
En 2024, la situación cambió. La economía japonesa no solo se recuperó, sino que está algo "exaltada". Los precios empezaron a subir (inflación), y lo más importante, los empresarios finalmente accedieron a subir los salarios de forma considerable. Los sueldos subieron, la gente se animó a gastar y los precios siguieron subiendo. El Banco de Japón pensó: "Si la economía ya es normal, no puedo seguir regalando dinero". Así que decidió subir los tipos de interés. A finales de julio de 2024, el Banco de Japón subió el tipo de interés del 0,1% al 0,25%. Quizá te preguntes: "¿Solo han subido el 0,15%? ¿Eso qué es?" Pero para los que han pedido miles de millones prestados con apalancamiento, esto es como si se cayera el cielo. De hecho, según las estadísticas, el tamaño total del carry trade con yenes en el mundo no es de miles de millones, ni de cientos de miles de millones, sino de casi ¡20 billones!
El coste de endeudarse ha subido, el yen se ha encarecido; antes, por el dinero prestado solo había que devolver 600.000 dólares, pero si el yen se revaloriza, de repente hay que devolver 700.000 dólares. Todo el mundo piensa al mismo tiempo: "¡Rápido, vende las acciones americanas, los bonos, el bitcoin y cambia a yenes para devolver la deuda!" La bolsa japonesa cayó un 12,4% en un solo día, marcando un récord histórico, lo que se conoce como el "Lunes Negro". Al mismo tiempo, el bitcoin cayó casi un 18%. Cuando llega el momento de devolver deudas a nivel mundial, el bitcoin suele ser el primer activo que se vende.
Capítulo 3: "¿Llegará el cisne negro según lo previsto?" Si has entendido la lógica anterior, sabrás que si Japón mantiene los tipos al 0%, puede impulsar el alza de los activos financieros globales. Pero si sube los tipos, toda la operación se invierte y se convierte en una "espiral de muerte": el dinero se ve obligado a salir, no es cuestión de querer vender, es que tienes que vender.
Por primera vez, el mundo se enfrenta a una realidad: Japón ya no tiene tipos de interés cero. El mercado no teme tanto si suben los tipos, sino cuándo comenzará la estampida.
La rentabilidad del bono japonés a 10 años ya está cerca del 2%, en niveles de hace 17 años, y el portero está a punto de no poder aguantar más. Si intenta resistir a la fuerza, el tipo de cambio del yen colapsará; si abandona, los tipos se dispararán. Ante dos males, hay que elegir el menor, así que el Banco Central solo puede adaptarse al mercado y subir tipos poco a poco.
Además, esta vez el Banco de Japón ha mostrado sus cartas antes de tiempo: el gobernador mencionó directamente la reunión de diciembre la semana pasada y dijo que "decidirán según las circunstancias". Históricamente, Japón siempre ha sido muy reservado: no anuncian las subidas de tipos, las hacen primero y luego las explican. Pero ahora, en cambio, se muestran abiertamente agresivos; en realidad, lo que hace el Banco de Japón es probar la capacidad de resistencia del mercado: deja que reaccione primero y, si no se hunde, entonces suben tipos; si la reacción es demasiado fuerte, buscarán otra solución. Pero la tendencia general no cambiará mucho.
Por tanto, la subida de tipos en Japón es prácticamente segura, porque subir los tipos es positivo para la economía japonesa. Esta vez no es un accidente, sino una tendencia. Lo incierto es el ritmo y la magnitud de la subida, así como las medidas complementarias.
Por último: si la subida de tipos en Japón se convertirá o no en un super "cisne negro" que hunda los mercados globales, nadie puede estar cien por cien seguro. Pero en esta era llena de incertidumbre, debemos construir con antelación nuestro "dique" de conciencia del riesgo. El problema clave no es predecir el futuro, sino preguntarse: "Si realmente llega la inundación, ¿podrán resistir mis posiciones?"
Solo si conservas tu capital en la tormenta tendrás realmente el billete de entrada para la próxima primavera. #十二月降息预测
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Ahora mismo, el mayor cisne negro del mercado no es la Reserva Federal, sino Japón.
Hoy voy a explicar en detalle por qué Japón se ha convertido de repente en este cisne negro.
Esta vez intentaré evitar términos demasiado técnicos y explicar el principio subyacente desde una perspectiva sencilla.
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Capítulo 1: "Los 30 años perdidos de Japón"
Durante los últimos 30 años, la economía japonesa ha sido como un anciano enfermo, afectado por la "deflación". Los productos en el supermercado bajaban de precio cada día; pensabas que mañana serían aún más baratos, así que decidías "esperar un poco más". Todo el mundo pensaba igual, el resultado era que nadie consumía, las fábricas no ganaban dinero y solo podían bajar sueldos o despedir empleados. Así, la gente tenía aún menos dinero para gastar y se iniciaba un círculo vicioso. Entonces el Banco de Japón decidió tomar medidas extremas: para obligar a la gente a gastar, bajó los tipos de interés al 0% e incluso introdujo tasas negativas. Es decir, dejar el dinero en el banco no solo no generaba intereses, sino que incluso había que pagar comisiones.
Ya que pedir dinero prestado en Japón apenas costaba intereses, los listos del mundo (fondos de cobertura, magnates de Wall Street, el mismísimo Buffett) idearon una jugada maestra: el "carry trade con yenes". Pedían yenes prestados en Japón, los cambiaban por dólares y compraban bonos del Tesoro de EE. UU. (con intereses del 5%) o invertían en bitcoin, bolsa americana, etc. Durante décadas, Japón ha funcionado como un "cajero automático gratuito", prestando dinero sin parar al mundo para especular en bolsa y criptomonedas.
Capítulo 2: "El gran cambio, el despertar de Japón"
En 2024, la situación cambió. La economía japonesa no solo se recuperó, sino que está algo "exaltada". Los precios empezaron a subir (inflación), y lo más importante, los empresarios finalmente accedieron a subir los salarios de forma considerable. Los sueldos subieron, la gente se animó a gastar y los precios siguieron subiendo. El Banco de Japón pensó: "Si la economía ya es normal, no puedo seguir regalando dinero". Así que decidió subir los tipos de interés. A finales de julio de 2024, el Banco de Japón subió el tipo de interés del 0,1% al 0,25%. Quizá te preguntes: "¿Solo han subido el 0,15%? ¿Eso qué es?" Pero para los que han pedido miles de millones prestados con apalancamiento, esto es como si se cayera el cielo. De hecho, según las estadísticas, el tamaño total del carry trade con yenes en el mundo no es de miles de millones, ni de cientos de miles de millones, sino de casi ¡20 billones!
El coste de endeudarse ha subido, el yen se ha encarecido; antes, por el dinero prestado solo había que devolver 600.000 dólares, pero si el yen se revaloriza, de repente hay que devolver 700.000 dólares. Todo el mundo piensa al mismo tiempo: "¡Rápido, vende las acciones americanas, los bonos, el bitcoin y cambia a yenes para devolver la deuda!" La bolsa japonesa cayó un 12,4% en un solo día, marcando un récord histórico, lo que se conoce como el "Lunes Negro". Al mismo tiempo, el bitcoin cayó casi un 18%. Cuando llega el momento de devolver deudas a nivel mundial, el bitcoin suele ser el primer activo que se vende.
Capítulo 3: "¿Llegará el cisne negro según lo previsto?"
Si has entendido la lógica anterior, sabrás que si Japón mantiene los tipos al 0%, puede impulsar el alza de los activos financieros globales. Pero si sube los tipos, toda la operación se invierte y se convierte en una "espiral de muerte": el dinero se ve obligado a salir, no es cuestión de querer vender, es que tienes que vender.
Por primera vez, el mundo se enfrenta a una realidad: Japón ya no tiene tipos de interés cero. El mercado no teme tanto si suben los tipos, sino cuándo comenzará la estampida.
La rentabilidad del bono japonés a 10 años ya está cerca del 2%, en niveles de hace 17 años, y el portero está a punto de no poder aguantar más. Si intenta resistir a la fuerza, el tipo de cambio del yen colapsará; si abandona, los tipos se dispararán. Ante dos males, hay que elegir el menor, así que el Banco Central solo puede adaptarse al mercado y subir tipos poco a poco.
Además, esta vez el Banco de Japón ha mostrado sus cartas antes de tiempo: el gobernador mencionó directamente la reunión de diciembre la semana pasada y dijo que "decidirán según las circunstancias". Históricamente, Japón siempre ha sido muy reservado: no anuncian las subidas de tipos, las hacen primero y luego las explican. Pero ahora, en cambio, se muestran abiertamente agresivos; en realidad, lo que hace el Banco de Japón es probar la capacidad de resistencia del mercado: deja que reaccione primero y, si no se hunde, entonces suben tipos; si la reacción es demasiado fuerte, buscarán otra solución. Pero la tendencia general no cambiará mucho.
Por tanto, la subida de tipos en Japón es prácticamente segura, porque subir los tipos es positivo para la economía japonesa. Esta vez no es un accidente, sino una tendencia. Lo incierto es el ritmo y la magnitud de la subida, así como las medidas complementarias.
Por último: si la subida de tipos en Japón se convertirá o no en un super "cisne negro" que hunda los mercados globales, nadie puede estar cien por cien seguro. Pero en esta era llena de incertidumbre, debemos construir con antelación nuestro "dique" de conciencia del riesgo. El problema clave no es predecir el futuro, sino preguntarse: "Si realmente llega la inundación, ¿podrán resistir mis posiciones?"
Solo si conservas tu capital en la tormenta tendrás realmente el billete de entrada para la próxima primavera.
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