La fuerte caída del 6 de diciembre pilló a muchos sin tiempo para reaccionar.
Primero, un golpe desde el frente regulatorio: siete grandes asociaciones nacionales volvieron a emitir advertencias de riesgo, y en la UE la ley MiCA directamente restringe la liquidez de las stablecoins. Con la presión regulatoria por ambos lados, el sentimiento del mercado se enfrió al instante.
En el plano financiero, la situación empeoró aún más: el ETF de Bitcoin de BlackRock lleva cinco semanas consecutivas de salidas netas; el capital tradicional no está interesado en absoluto. Las expectativas de recorte de tipos por parte de la Fed vuelven a ser motivo de disputa, y el dinero caliente se refugia directamente en el oro y los bonos del Estado, sin prestar atención al mercado cripto.
El análisis técnico es lo más letal: tras perder un soporte clave, el Bitcoin desencadenó una serie de liquidaciones en cascada como fichas de dominó; las posiciones apalancadas fueron aplastadas por el mecanismo de liquidación, acelerando la caída hacia un pozo profundo.
Con esta triple combinación de factores negativos, esta caída está más que justificada.
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La fuerte caída del 6 de diciembre pilló a muchos sin tiempo para reaccionar.
Primero, un golpe desde el frente regulatorio: siete grandes asociaciones nacionales volvieron a emitir advertencias de riesgo, y en la UE la ley MiCA directamente restringe la liquidez de las stablecoins. Con la presión regulatoria por ambos lados, el sentimiento del mercado se enfrió al instante.
En el plano financiero, la situación empeoró aún más: el ETF de Bitcoin de BlackRock lleva cinco semanas consecutivas de salidas netas; el capital tradicional no está interesado en absoluto. Las expectativas de recorte de tipos por parte de la Fed vuelven a ser motivo de disputa, y el dinero caliente se refugia directamente en el oro y los bonos del Estado, sin prestar atención al mercado cripto.
El análisis técnico es lo más letal: tras perder un soporte clave, el Bitcoin desencadenó una serie de liquidaciones en cascada como fichas de dominó; las posiciones apalancadas fueron aplastadas por el mecanismo de liquidación, acelerando la caída hacia un pozo profundo.
Con esta triple combinación de factores negativos, esta caída está más que justificada.