De los 25 a los 35, diez años enteros sumergido en el mundo cripto. En el mercado alcista, los números en la cuenta hacían que el corazón se acelerara; en el bajista, aguanté apretando los dientes las largas noches. Mucha gente tiene curiosidad por saber si en estos años he ganado dinero o no. Digámoslo así: entre 2020 y 2022, la cifra de la cuenta superó los ocho dígitos. Ahora, cuando me alojo en hoteles, pago sin pestañear una habitación de dos mil euros la noche; gestiono mi tiempo como quiero, totalmente a mi manera.

A menudo me preguntan "¿tienes algún truco?". La verdad, no es cuestión de talento especial, ni de una suerte descomunal. Mi secreto es un método que he desarrollado yo mismo: lo llamo la “inversión por fases 3-4-3”. Suena cutre, incluso un poco torpe, pero ha sido este método aparentemente sencillo el que me ha permitido navegar con seguridad todos estos años de subidas y bajadas.

Pongamos Bitcoin como ejemplo, esto es lo que hago:

**Primera fase: 30% para probar, nada de ir all-in de golpe**

Por ejemplo, si tienes pensado invertir 120.000 euros, el primer paso es poner solo el 30%, es decir, 36.000 euros para entrar en el mercado. Con una posición pequeña, no te pones nervioso y, aunque te equivoques de dirección, la pérdida es asumible. No pretendo acertar el mínimo absoluto, solo quiero estar ya en la mesa de juego.

**Segunda fase: 40% del capital, entrando poco a poco**

Si el precio sube, espero a que haya una corrección para ir entrando en tandas; si baja, por cada caída del 10% aumento mi posición un 10%, hasta completar ese 40% de capital. Operando así, independientemente de cómo fluctúe el mercado, mi coste medio se mantiene en un nivel razonable: ni me pierdo la subida por esperarme demasiado, ni me quedo atrapado por entrar demasiado fuerte de golpe.

**Tercera fase: 30% final, seguir la tendencia**

Cuando la tendencia realmente se confirma y la dirección está clara, entonces meto el último 30% del capital, dejando que el beneficio crezca siguiendo el movimiento principal.

No es un método sofisticado ni misterioso. Pero en este mercado, lo más difícil no es encontrar el “truco infalible”, sino controlar la avaricia y mantener la disciplina. He visto a demasiada gente lanzarse persiguiendo sueños de multiplicar por dos, solo para acabar siendo devorados por la volatilidad y no quedar ni las migas.

Siempre he creído en una frase: ir despacio, a veces es lo más rápido; mantener la calma, te lleva más lejos. Si tú también buscas una forma de invertir que no dependa de la suerte, sino del ritmo y el sistema, puedes seguir mis publicaciones. Las verdaderas oportunidades siempre son para quienes saben jugar con reglas.