El presidente de Fenjiu dijo una gran verdad, rompió ese tabú del que nadie hablaba.

Dijo que ahora la industria del baijiu lo está pasando muy mal, porque la experiencia del pasado, prácticamente, ya no sirve para nada.
Hablando claro, antes, una parte considerable de los que bebían baijiu de alta gama, en realidad, ni siquiera pagaban de su bolsillo. Ya sabes a lo que me refiero. Hoy en este banquete, mañana en aquel convite, el licor era moneda de cambio, era parte del ambiente, el lubricante de las relaciones. Precio alto, consumo frecuente, todos contentos, las destilerías ganando a manos llenas. Tras vivir así tanto tiempo, se generó una ilusión.
Se creían que en toda China abundaban los “altos ejecutivos” que bebían como agua botellas de miles de yuanes.
Pero cuando cambió el viento y bajó la marea, quedó claro quién estaba nadando desnudo. Aquellos que de verdad pagan de su bolsillo, los que quieren tomarse una copa en casa con amigos, los que buscan un punto justo de alegría en un camping, los que quieren relajarse a solas… todas esas personas reales, esas situaciones de consumo reales, antes a las destilerías ni les interesaban, hasta las veían “low”. Y ahora se han quedado boquiabiertos.
Se acabaron los pedidos de “organismos públicos”, se redujeron los compromisos de negocios, y al final tienes que volver la mirada al ciudadano de a pie, ¿no? Pero entonces te das cuenta de que no nos entiendes en absoluto. No sabes qué sabores nos gustan, qué precios estamos dispuestos a pagar, ni sabes por qué bebemos.
Por eso, Fenjiu es de los que sabe. Ante los peores resultados del sector en diez años, ellos todavía logran un ligero crecimiento, precisamente porque despertaron antes que otros.
Un crecimiento del beneficio neto del 0,5%... Valora bien esa cifra.
No es para presumir, es una señal de alarma. Si el líder ya casi no aguanta, ¿qué será de los demás?
La esencia del negocio, al final, es volver a las personas.
Tienes que tener muy claro a quién sirves.
Si no, cuando los tiempos cambien y te dejen atrás, ni siquiera te avisarán.