Siempre escuchamos decir que el dinero de los ricos parece ser llevado por el viento, y la mayoría de las personas creen en una verdad: con suficiente esfuerzo, se puede dar la vuelta a la situación.
Pero solo al entender las leyes del mercado se comprende que la realidad es simple y cruel: la riqueza no es el resultado de cuánto te esfuerces, sino en qué posición eliges estar.
Aquellos que parecen cosechar fácilmente no es que no paguen un precio. La diferencia está en que, desde temprano, han tomado el camino con mayor eficiencia y apalancamiento. Con el mismo esfuerzo, en lugares diferentes, los resultados pueden ser completamente distintos.
Hace poco, al cerrar una inversión, un amigo que me acompaña desde hace años y ha participado en todo el proceso comentó: "Esta sensación de obtener ganancias sin esfuerzo, es realmente genial."
Yo solo le respondí con cuatro palabras: "Creer, mantener."
Eso en sí mismo es la lección más difícil. Porque antes de creer, primero debes entender: entender los ciclos del mercado, entender a los participantes, entender cómo fluye el riesgo en el sistema. Esto no es intuición de un jugador, sino una apuesta racional tras comprender las reglas del juego.
Honestamente, el esfuerzo sin duda es importante. Pero si estás en un sistema equivocado, por mucho que te esfuerces, solo diluirás tu esfuerzo o incluso aumentarás tu consumo inútil.
El flujo real de la riqueza no depende de cuán cansado esté el cuerpo o de cuán alto esté el ánimo, sino de hacia dónde sopla el viento y en qué posición te encuentras. Lo mismo ocurre con activos clave como BTC y ETH: lo importante es si percibes la dirección del mercado.
Por eso, esa frase no es equivocada: el dinero de los ricos realmente parece ser llevado por el viento. Solo que ellos eligen estar en la dirección del viento, en lugar de agitar un abanico en el mismo lugar.
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Siempre escuchamos decir que el dinero de los ricos parece ser llevado por el viento, y la mayoría de las personas creen en una verdad: con suficiente esfuerzo, se puede dar la vuelta a la situación.
Pero solo al entender las leyes del mercado se comprende que la realidad es simple y cruel: la riqueza no es el resultado de cuánto te esfuerces, sino en qué posición eliges estar.
Aquellos que parecen cosechar fácilmente no es que no paguen un precio. La diferencia está en que, desde temprano, han tomado el camino con mayor eficiencia y apalancamiento. Con el mismo esfuerzo, en lugares diferentes, los resultados pueden ser completamente distintos.
Hace poco, al cerrar una inversión, un amigo que me acompaña desde hace años y ha participado en todo el proceso comentó: "Esta sensación de obtener ganancias sin esfuerzo, es realmente genial."
Yo solo le respondí con cuatro palabras: "Creer, mantener."
Eso en sí mismo es la lección más difícil. Porque antes de creer, primero debes entender: entender los ciclos del mercado, entender a los participantes, entender cómo fluye el riesgo en el sistema. Esto no es intuición de un jugador, sino una apuesta racional tras comprender las reglas del juego.
Honestamente, el esfuerzo sin duda es importante. Pero si estás en un sistema equivocado, por mucho que te esfuerces, solo diluirás tu esfuerzo o incluso aumentarás tu consumo inútil.
El flujo real de la riqueza no depende de cuán cansado esté el cuerpo o de cuán alto esté el ánimo, sino de hacia dónde sopla el viento y en qué posición te encuentras. Lo mismo ocurre con activos clave como BTC y ETH: lo importante es si percibes la dirección del mercado.
Por eso, esa frase no es equivocada: el dinero de los ricos realmente parece ser llevado por el viento. Solo que ellos eligen estar en la dirección del viento, en lugar de agitar un abanico en el mismo lugar.