¿Seguirá bajando la tasa en diciembre? Esta pregunta ahora incluso está generando disputas dentro de la propia Reserva Federal.

Según una filtración del periodista Nick Timiraos del Wall Street Journal, apodado «la voz de la Reserva Federal», las diferencias internas ya son tan grandes que casi no se pueden contener. Hay que recordar que Powell lleva casi ocho años al mando, y este nivel de división es algo que no se había visto antes.

¿En qué radica el problema? En pocas palabras, en que hay dos grupos de funcionarios con opiniones distintas. Un grupo teme que si bajan las tasas demasiado pronto, el fuego de la inflación, que acaba de ser controlado, vuelva a avivarse; el otro piensa que la economía ya está en declive y que si no relajan la política monetaria, podría caer directamente en una recesión.

Esto ha hecho que la expectativa de una bajada de tasas en diciembre, que parecía segura, ahora no esté tan clara. Aunque los inversores siguen inclinados a pensar que sí habrá una reducción, los responsables de la decisión no tienen una postura unificada, por lo que no está claro qué camino seguirán.

Actualmente hay dos posibilidades: o bien mantienen las tasas en diciembre y esperan a la primavera del próximo año para actuar; o bien hacen una bajada simbólica de 25 puntos básicos, mientras dejan entrever que no se esperan grandes movimientos posteriores. Pase lo que pase, esta lucha por el ritmo de la bajada de tasas al final del año seguramente afectará los mercados financieros globales.

Estas activos de riesgo, probablemente, volverán a estar a merced de la postura de la Reserva Federal.