¡Crisis de suministro en Solana! El 80% de los holders están en pérdidas, ¿puede la aceleración de la deflación salvar el mercado y revertir la situación?
Solana afronta una crisis de estructura de mercado, ya que Glassnode estima que aproximadamente el 79,6% de la oferta circulante se encuentra en pérdidas no realizadas. La comunidad de Solana ha presentado la propuesta SIMD-0411, que duplica la velocidad de reducción de la tasa de inflación anual del 15% al 30%, lo que reducirá la emisión acumulada en 22,3 millones de SOL en los próximos seis años, eliminando así una presión potencial de venta de unos 2.900 millones de dólares al precio actual.
El 79,6% de la oferta se enfrenta a una crisis de pérdidas y estructura de mercado inestable
(Fuente: Glassnode)
El sufrimiento en el mercado de SOL es evidente en la cadena. Actualmente, el token cotiza en torno a los 129 dólares, y la firma de inteligencia de mercado Glassnode estima que aproximadamente el 79,6% de la oferta circulante está en pérdidas no realizadas. En una publicación en X del 23 de noviembre, los analistas de Glassnode describieron esta configuración como “top-heavy” (cabeza pesada), un patrón técnico en el que muchos tokens se compraron a precios más altos, generando una presión potencial de venta.
Una estructura de mercado top-heavy es extremadamente frágil. Cuando la gran mayoría de los titulares están en pérdidas, cualquier rebote de precio puede desencadenar ventas para recuperar la inversión. Estos inversores intentarán salir rápidamente cuando el precio vuelva a su coste, creando fuertes resistencias. Más peligroso aún, si el precio sigue bajando, algunos titulares apalancados pueden verse forzados a liquidar, provocando ventas en cadena. Históricamente, esta distribución extrema de posiciones suele resolverse de dos maneras: o bien con una capitulación total (caídas bruscas que eliminan a todos los “manos débiles”), o bien mediante una larga digestión lateral (consolidación hasta que la distribución de costes se reequilibra).
(Fuente: SoSoValue)
Sin embargo, pese a la compra continua desde las finanzas tradicionales, la ola de ventas sigue siendo evidente. Según los datos recopilados por SoSoValue, desde su lanzamiento hace aproximadamente un mes, el ETF de Solana al contado en EE. UU. ha absorbido unos 510 millones de dólares en entradas netas, aumentando los activos netos totales a casi 719 millones de dólares. Esta fuerte entrada de capital en el ETF, combinada con la caída continua del precio, es un fenómeno poco común y subraya la gravedad de la presión vendedora en la oferta.
A pesar del desplome del precio al contado, estos fondos siguen captando capital, lo que indica un grave desequilibrio de liquidez: los titulares tradicionales y los validadores venden tokens más rápidamente de lo que los productos institucionales pueden absorberlos. Este desequilibrio entre oferta y demanda está en el centro de la actual crisis de Solana. Aunque las entradas netas diarias en el ETF son sustanciales, no son suficientes en comparación con el volumen total de ventas del mercado. Además, los tokens comprados por el ETF suelen estar bloqueados a largo plazo, mientras que los vendedores suelen ser titulares a corto plazo que necesitan liquidez inmediata, aumentando así la presión sobre el mercado por el desajuste temporal.
El descenso mensual del 32% también es relevante. El entorno general de aversión al riesgo ha mantenido el precio de Bitcoin estable alrededor de los 80.000 dólares, mientras que Solana, como activo más adelantado en la curva de riesgo, ha soportado una mayor presión vendedora. Cuando la incertidumbre macroeconómica aumenta, el capital suele desplazarse de activos de alto beta (como Solana) a activos de bajo beta (como Bitcoin), una rotación de capital evidente en el mercado actual.
La propuesta SIMD-0411 acelera la deflación hasta 2029
(Fuente: SIMD-0411)
En este contexto, los contribuyentes de la red Solana presentaron el 21 de noviembre la nueva propuesta SIMD-0411. El objetivo es abordar directamente la presión vendedora; el autor compara el actual programa de emisiones con un “cubo con fugas” que diluye continuamente la participación de los accionistas. Actualmente, la tasa de inflación de Solana disminuye un 15% anual. El nuevo parámetro duplicará esa tasa de reducción al 30% anual.
Aunque el límite inferior de inflación “final” se mantiene en el 1,5%, la red alcanzará este hito a principios de 2029, unos tres años antes de la previsión anterior de 2032. Este movimiento pretende ajustar un único parámetro, en lugar de cambiar mecanismos complejos, para aliviar las preocupaciones de los departamentos de gobernanza y riesgo institucional. Sin embargo, su impacto económico es significativo.
Según el modelo base, este ajuste reducirá la emisión acumulada en 22,3 millones de SOL en los próximos seis años. Al precio de mercado actual de 129 dólares, esto eliminaría aproximadamente 2.900 millones de dólares de presión potencial de venta. Al final del periodo de seis años, el suministro total se acercará a los 699,2 millones de SOL, frente a los 721,5 millones de SOL en el escenario actual. Aunque la diferencia de 22,3 millones de SOL representa solo el 3% del suministro total, su efecto puede ser significativo en el equilibrio marginal de oferta y demanda.
Dos cambios clave de la propuesta SIMD-0411
Impacto en la oferta: Reducción de la emisión en 22,3 millones de SOL durante los próximos 6 años, eliminando unos 2.900 millones de dólares de presión vendedora
Reestructuración de incentivos: El rendimiento nominal del staking caerá rápidamente del 6,41% al 2,42%, incentivando el traslado de capital del staking pasivo a aplicaciones DeFi
Compresión de la tasa libre de riesgo para activar el capital
Más allá de la simple relación oferta-demanda, la propuesta busca reformar a fondo el sistema de incentivos económicos de Solana. En las finanzas tradicionales, una alta tasa libre de riesgo (por ejemplo, bonos del Estado) desincentiva la asunción de riesgos. En el mundo cripto, un alto rendimiento del staking cumple una función similar. Actualmente, el rendimiento nominal del staking ronda el 6,41%, lo que incentiva a los inversores a validar pasivamente en lugar de participar en la economía DeFi.
Según el protocolo SIMD-0411, el rendimiento nominal del staking caerá rápidamente: el primer año a aproximadamente el 5,04%, el segundo al 3,48% y el tercero al 2,42%. Al reducir la “tasa mínima”, la red pretende forzar el capital a pasar del staking pasivo a usos más activos como préstamos, provisión de liquidez o trading, aumentando así la velocidad de circulación del capital en la cadena.
La lógica de esta reestructuración de incentivos es que, cuando el rendimiento del staking cae por debajo del 3%, los tenedores buscarán oportunidades DeFi de mayor rentabilidad, incrementando la actividad en la cadena, aumentando los ingresos por comisiones y generando un círculo virtuoso. Sin embargo, el riesgo principal recae en los validadores que mantienen la seguridad de la red. Reducir la inflación disminuirá sus ingresos. La propuesta asume un retraso de unos seis meses en la activación, coincidiendo con el despliegue de la actualización de consenso “Alpenglow”, que reducirá drásticamente los costes relacionados con el voto de los validadores. Aunque los ingresos totales bajen, también lo harán los costes operativos.
Tres escenarios de valoración: de la lenta digestión a la reversión deflacionaria
Para los inversores, la cuestión clave es cómo se traducirá este shock de oferta en el precio. En un escenario bajista, si la demanda de usuarios se mantiene estable, la reducción de emisión no actuará como catalizador inmediato. El “alivio” no viene por un aumento de compras, sino por una liberación gradual de la presión vendedora. Con cuatro quintas partes de la oferta en pérdidas, esto llevaría a una estabilización paulatina del precio en vez de un rebote en V.
El escenario base asume un crecimiento moderado de la demanda de la red, donde el “efecto multiplicador” entraría en juego. En seis años, la oferta de mercado disminuiría un 3,2%, mientras que el ETF seguiría acumulando tokens circulantes, reduciendo así la oferta disponible para la compra. Esto crearía una situación de oferta ajustada con demanda estable, que históricamente suele ser catalizadora de subidas de precio.
El escenario alcista es el más optimista. Solana quema actualmente el 50% de las comisiones base de transacción, mientras la emisión supera ampliamente el consumo. Sin embargo, una vez que la inflación caiga al 1,5% (previsto para 2029), durante los picos de actividad en la red la quema podría igualar totalmente la emisión. En un entorno de alto rendimiento, si el volumen de negociación de DEXs o derivados sigue aumentando, la red podría entrar en deflación neta o estancamiento efectivo de la oferta, vinculando así el valor del activo directamente al uso y no a la emisión.
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¡Crisis de suministro en Solana! El 80% de los holders están en pérdidas, ¿puede la aceleración de la deflación salvar el mercado y revertir la situación?
Solana afronta una crisis de estructura de mercado, ya que Glassnode estima que aproximadamente el 79,6% de la oferta circulante se encuentra en pérdidas no realizadas. La comunidad de Solana ha presentado la propuesta SIMD-0411, que duplica la velocidad de reducción de la tasa de inflación anual del 15% al 30%, lo que reducirá la emisión acumulada en 22,3 millones de SOL en los próximos seis años, eliminando así una presión potencial de venta de unos 2.900 millones de dólares al precio actual.
El 79,6% de la oferta se enfrenta a una crisis de pérdidas y estructura de mercado inestable
(Fuente: Glassnode)
El sufrimiento en el mercado de SOL es evidente en la cadena. Actualmente, el token cotiza en torno a los 129 dólares, y la firma de inteligencia de mercado Glassnode estima que aproximadamente el 79,6% de la oferta circulante está en pérdidas no realizadas. En una publicación en X del 23 de noviembre, los analistas de Glassnode describieron esta configuración como “top-heavy” (cabeza pesada), un patrón técnico en el que muchos tokens se compraron a precios más altos, generando una presión potencial de venta.
Una estructura de mercado top-heavy es extremadamente frágil. Cuando la gran mayoría de los titulares están en pérdidas, cualquier rebote de precio puede desencadenar ventas para recuperar la inversión. Estos inversores intentarán salir rápidamente cuando el precio vuelva a su coste, creando fuertes resistencias. Más peligroso aún, si el precio sigue bajando, algunos titulares apalancados pueden verse forzados a liquidar, provocando ventas en cadena. Históricamente, esta distribución extrema de posiciones suele resolverse de dos maneras: o bien con una capitulación total (caídas bruscas que eliminan a todos los “manos débiles”), o bien mediante una larga digestión lateral (consolidación hasta que la distribución de costes se reequilibra).
(Fuente: SoSoValue)
Sin embargo, pese a la compra continua desde las finanzas tradicionales, la ola de ventas sigue siendo evidente. Según los datos recopilados por SoSoValue, desde su lanzamiento hace aproximadamente un mes, el ETF de Solana al contado en EE. UU. ha absorbido unos 510 millones de dólares en entradas netas, aumentando los activos netos totales a casi 719 millones de dólares. Esta fuerte entrada de capital en el ETF, combinada con la caída continua del precio, es un fenómeno poco común y subraya la gravedad de la presión vendedora en la oferta.
A pesar del desplome del precio al contado, estos fondos siguen captando capital, lo que indica un grave desequilibrio de liquidez: los titulares tradicionales y los validadores venden tokens más rápidamente de lo que los productos institucionales pueden absorberlos. Este desequilibrio entre oferta y demanda está en el centro de la actual crisis de Solana. Aunque las entradas netas diarias en el ETF son sustanciales, no son suficientes en comparación con el volumen total de ventas del mercado. Además, los tokens comprados por el ETF suelen estar bloqueados a largo plazo, mientras que los vendedores suelen ser titulares a corto plazo que necesitan liquidez inmediata, aumentando así la presión sobre el mercado por el desajuste temporal.
El descenso mensual del 32% también es relevante. El entorno general de aversión al riesgo ha mantenido el precio de Bitcoin estable alrededor de los 80.000 dólares, mientras que Solana, como activo más adelantado en la curva de riesgo, ha soportado una mayor presión vendedora. Cuando la incertidumbre macroeconómica aumenta, el capital suele desplazarse de activos de alto beta (como Solana) a activos de bajo beta (como Bitcoin), una rotación de capital evidente en el mercado actual.
La propuesta SIMD-0411 acelera la deflación hasta 2029
(Fuente: SIMD-0411)
En este contexto, los contribuyentes de la red Solana presentaron el 21 de noviembre la nueva propuesta SIMD-0411. El objetivo es abordar directamente la presión vendedora; el autor compara el actual programa de emisiones con un “cubo con fugas” que diluye continuamente la participación de los accionistas. Actualmente, la tasa de inflación de Solana disminuye un 15% anual. El nuevo parámetro duplicará esa tasa de reducción al 30% anual.
Aunque el límite inferior de inflación “final” se mantiene en el 1,5%, la red alcanzará este hito a principios de 2029, unos tres años antes de la previsión anterior de 2032. Este movimiento pretende ajustar un único parámetro, en lugar de cambiar mecanismos complejos, para aliviar las preocupaciones de los departamentos de gobernanza y riesgo institucional. Sin embargo, su impacto económico es significativo.
Según el modelo base, este ajuste reducirá la emisión acumulada en 22,3 millones de SOL en los próximos seis años. Al precio de mercado actual de 129 dólares, esto eliminaría aproximadamente 2.900 millones de dólares de presión potencial de venta. Al final del periodo de seis años, el suministro total se acercará a los 699,2 millones de SOL, frente a los 721,5 millones de SOL en el escenario actual. Aunque la diferencia de 22,3 millones de SOL representa solo el 3% del suministro total, su efecto puede ser significativo en el equilibrio marginal de oferta y demanda.
Dos cambios clave de la propuesta SIMD-0411
Impacto en la oferta: Reducción de la emisión en 22,3 millones de SOL durante los próximos 6 años, eliminando unos 2.900 millones de dólares de presión vendedora
Reestructuración de incentivos: El rendimiento nominal del staking caerá rápidamente del 6,41% al 2,42%, incentivando el traslado de capital del staking pasivo a aplicaciones DeFi
Compresión de la tasa libre de riesgo para activar el capital
Más allá de la simple relación oferta-demanda, la propuesta busca reformar a fondo el sistema de incentivos económicos de Solana. En las finanzas tradicionales, una alta tasa libre de riesgo (por ejemplo, bonos del Estado) desincentiva la asunción de riesgos. En el mundo cripto, un alto rendimiento del staking cumple una función similar. Actualmente, el rendimiento nominal del staking ronda el 6,41%, lo que incentiva a los inversores a validar pasivamente en lugar de participar en la economía DeFi.
Según el protocolo SIMD-0411, el rendimiento nominal del staking caerá rápidamente: el primer año a aproximadamente el 5,04%, el segundo al 3,48% y el tercero al 2,42%. Al reducir la “tasa mínima”, la red pretende forzar el capital a pasar del staking pasivo a usos más activos como préstamos, provisión de liquidez o trading, aumentando así la velocidad de circulación del capital en la cadena.
La lógica de esta reestructuración de incentivos es que, cuando el rendimiento del staking cae por debajo del 3%, los tenedores buscarán oportunidades DeFi de mayor rentabilidad, incrementando la actividad en la cadena, aumentando los ingresos por comisiones y generando un círculo virtuoso. Sin embargo, el riesgo principal recae en los validadores que mantienen la seguridad de la red. Reducir la inflación disminuirá sus ingresos. La propuesta asume un retraso de unos seis meses en la activación, coincidiendo con el despliegue de la actualización de consenso “Alpenglow”, que reducirá drásticamente los costes relacionados con el voto de los validadores. Aunque los ingresos totales bajen, también lo harán los costes operativos.
Tres escenarios de valoración: de la lenta digestión a la reversión deflacionaria
Para los inversores, la cuestión clave es cómo se traducirá este shock de oferta en el precio. En un escenario bajista, si la demanda de usuarios se mantiene estable, la reducción de emisión no actuará como catalizador inmediato. El “alivio” no viene por un aumento de compras, sino por una liberación gradual de la presión vendedora. Con cuatro quintas partes de la oferta en pérdidas, esto llevaría a una estabilización paulatina del precio en vez de un rebote en V.
El escenario base asume un crecimiento moderado de la demanda de la red, donde el “efecto multiplicador” entraría en juego. En seis años, la oferta de mercado disminuiría un 3,2%, mientras que el ETF seguiría acumulando tokens circulantes, reduciendo así la oferta disponible para la compra. Esto crearía una situación de oferta ajustada con demanda estable, que históricamente suele ser catalizadora de subidas de precio.
El escenario alcista es el más optimista. Solana quema actualmente el 50% de las comisiones base de transacción, mientras la emisión supera ampliamente el consumo. Sin embargo, una vez que la inflación caiga al 1,5% (previsto para 2029), durante los picos de actividad en la red la quema podría igualar totalmente la emisión. En un entorno de alto rendimiento, si el volumen de negociación de DEXs o derivados sigue aumentando, la red podría entrar en deflación neta o estancamiento efectivo de la oferta, vinculando así el valor del activo directamente al uso y no a la emisión.